
Deje de escribir mis penas, preferí gritarlas a los cuatro vientos, hasta que me di cuenta que no estaba seguro donde las gritaba fui corriendo a desahogarme donde siempre... y había desaparecido, no quedaba nada era como las cenizas de un trozo de leña que ponemos en la chimenea, tube que buscarme otro rincon para gritar, para llorar para preguntarme si de verdad es necesario vivir si simplemente es un gran camino con piedras o abujeros que son imposibles de salir de allí si no tienes un gran "compañero" o tambien mejor dicho "camarada", alguien que te ayude a vivir la vida como es y como levantarse de cara tropiezo de cada error que cometas que tengas presente que
NADIE esta solo siempre tendras a alguien en quien desahogarte en quien llorar por que un "buen amigo" es el que esta en las risas y en las lagrimas en los enfados etc.. Y no irse de su lado por cambiar de aires
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